Muchos han criticado la forma de hacer gobierno del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, porque aseguran que se contradice con lo que dice y con lo que hace, pero lo que sí tiene firme, es su propósito de acabar con la corrupción y destinar los recursos que se ahorren para beneficio de los que menos tienen.
Tal vez lo que voy a decir moleste a muchos, pero los que se beneficiaron o se beneficiaban de los gobiernos anteriores, “no le quitan el guante de la cara”, pues a todo le buscan errores y hasta lo tachan de ser igual que los anteriores gobernantes; sin embargo, él sigue con su plan de trabajo porque sabe perfectamente que las críticas y opiniones en contra, son porque ven lesionados sus intereses.
Creo que AMLO, tiene firme su propósito de hacer un gobierno totalmente diferente, porque lo que busca no es dinero, sino pasar a la historia no solamente para igualar a Benito Juárez, Francisco I. Madero o Lázaro Cárdenas, quiere superarlos.
Mientras el presidente tabasqueño sigue trabajando por ese sólo objetivo, los políticos y, algunos apenas aspirantes a serlo, buscan usar las mismas propuestas de AMLO, porque andan en campaña y con frecuencia dicen querer llegar al puesto que buscan para combatir la corrupción.
Asimismo, apenas en las primeras cuatro semanas que lleva la campaña en nuestro estado, lo mismo repiten candidatos a diputados, que a las alcaldías y no se quedan atrás los que quieren gobernar Baja California, ya sean de Morena, del PAN, del PRI, del MC, del PBC o el que sea, pero la mayoría ya son conocidos y los electores se preguntan si será cierto o lo están soñando.
En campaña todos prometen, aunque la experiencia nos dice que pocos o ninguno cumple, porque a lo largo de la historia política en el estado, los que dijeron en campaña que no iban a violar la ley, lo primero que hacen es incluir en la nómina a la mayor parte de su familia, a sus amigos o compadres, pero lo más grave, es que para poder “ayudar” a sus amistades los aconsejan crear una empresa a la que destinarán los contratos ya sea para comprar material de oficina, mobiliario o aparatos.
Asimismo, les recomiendan crear talleres a donde podrán enviar, para su reparación, ya sea las patrullas, los camiones recolectores de basura y otros, pero otros talleres pueden ser para reparación de las computadoras y también les piden que crean agencias de publicidad, para que sea de ese lugar donde se maneje los anuncios oficiales tanto para los medios informativos o bien para los anuncios que colocan los gobiernos tanto en espectaculares como en algunos otros espacios públicos.
No puede faltar el que para favorecerlo con los dineros que etiquetan para obras, les proponen que registren una empresa constructora, pues mientras el gobierno los favorece con los contratos, los otros les destinan una comisión a la que ya se le conoce como “moche” y que no es de cualquier cantidad, siempre son de muchos millones de pesos.
Es importante señalar, que por ese tipo de beneficios también surge la complicidad para dejar que a quienes les dan las obras de arreglo de calles, utilicen material de tercera, cuarta o quinta clase, esto para que las reparaciones no duren y a cada año se haga lo mismo.
A lo largo de la historia en Tijuana las calles se han bacheado y la verdad es que no mejoran, por la mala calidad del material que utilizan para bachear les da la oportunidad de que el trabajo no se les acaba, pues cada calle que “reparan” debería ser atendida cada tres o cuatro meses, porque los baches no desaparecen.
Ojalá que esto pueda servir para los que aspiran a algún puesto de elección popular en estas campañas y reflexionen para dejar esta forma de hacer política, donde solamente buscan llevarse a la bolsa fuertes cantidades de dinero, porque “prometer no empobrece”…