Festejo internacional, reforma laboral y muerte a los sindicatos corruptos en México
A partir del 1° de mayo de este año, los trabajadores contarán con toda la libertad de elegir a quienes serán sus nuevos dirigentes mediante el voto libre, directo y secreto.
Por: Bernardo S. Cisneros Medina
No pudo haber sido mejor ocasión para festejar el Día Internacional del Trabajo que se celebró el miércoles 1° de mayo al publicarse en el Diario Oficial de la Federal, se publicará el 1° de mayo, Día Internacional del Trabajo, la Reforma Laboral, que el 29 de abril de este año, aprobaron en lo general y en lo particular los Senadores, quienes de esa manera cumplieron con las exigencias de Estados Unidos de Norteamérica el mayor socio comercial de México que puso como condición hacer cambios a la Ley Federal del Trabajo enmarcada en el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que destaca sobre todo la oportunidad de acabar de golpe con los sindicatos corruptos, amafiados, y plagados de líderes charros, serviles en los casi ochenta años de gobiernos priístas al presidente de México en turno. Pero más que nada de otorgarle libertad sindical a la tan golpeada clase obrera.
En virtud reitero que, con la Reforma Laboral, los trabajadores mexicanos tendrán la libertad de afiliarse al sindicato que consideren ellos de su preferencia; pero, ante todo, que defienda sus intereses como afiliados y, por ende, los líderes sindicales no podrán seguir haciendo de las suyas al cobijo de la corrupción, las amenazas y la extorsión.
A partir del 1° de mayo de este año, los trabajadores contarán con toda la libertad de elegir a quienes serán sus nuevos dirigentes mediante el voto libre, directo y secreto, ya no será a mano alzada como por muchos años se estiló, ya no podrán decir quienes encabezan un sindicato en una asamblea amañada, que se vote en lo económico levantando la mano derecha, esa longeva práctica ya dejó de existir, en pocas palabras redundo se fortalecerá la libertad sindical.
Una ventaja más que presenta la Reforma Laboral, estriba en que desaparece de los Contratos Colectivos a partir de la publicación del Decreto en el Diario Oficial de la Federación, la cláusula de EXCLUSIÓN, que representaba la sentencia de muerte para aquel o aquellos sindicalizados que osaban desafiar a sus líderes “charros”, al exigirles cuentas claras tanto en lo financiero como en su proceder frente a los patrones, porque eran mediante juicio sumario expulsados.
La Reforma Laboral, también prohíbe que los sindicatos participen en esquemas de evasión de contribuciones fiscales, dicho de una forma más clara, los sindicatos no evadirán al fisco y tendrán que pagar sus impuestos como los pocos contribuyentes cautivos que existen registrados en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público o sea en el Servicio de Administración Tributaria (SAT), además tienen prohibido los espurios líderes sindicales ejercer violencia (chantajear y extorsionar) contra sus miembros, el patrón (por aquello de los sindicatos blancos), sus representantes o sus bienes.
Otros beneficios que presenta la multicitada Reforma, es la desaparición de las inoperantes y corruptas Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje, que serán sustituidas por Juntas Federales de Conciliación y Arbitraje que dependerán directamente del Poder Judicial de la federación y no del Poder Ejecutivo Estatal como hasta el 30 de abril de 2019 se usaba, claro está no garantiza que quienes se encargarán de impartir la justicia laboral en favor sobre todo de la clase trabajadora en México, vayan a ser unas blancas palomas o unos Inmaculados de la Santísima Virgen de la Concepción, a la vez que el Gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, tendrá que invertir una fuerte cantidad de dinero para echar a volar el nuevo sistema, cosa que se verá difícil por su insistencia de poner en práctica su mal llamada “Austeridad Republicana”.
Prevé protocolos para evitar la discriminación de género, el trabajo forzoso y la explotación infantil, éste último, un mal que todavía prevalece, pero que autoridades del trabajo insisten en negar, así como para atender casos de violencia y acoso sexual en las fuentes laborales, traducido en el principio de pro-persona, que refiere el artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y Tratados Internacionales en materia de Derechos Humanos que México tiene firmados actualmente.
No dejo pasar por alto, que la aprobación de la Reforma Laboral en México a cinco meses del arribo al poder de Andrés Manuel López Obrador, un gobierno de izquierda, obedece a los Tratados Internacionales que nuestro país tiene firmados en materia laboral con la Organización Mundial del Trabajo, da pena a que si no había Reforma Laboral, tampoco Estados Unidos no firmaría el T-Mec como se le conoce al Tratado de Libre Comercio puesto en marcha el 1° de enero de 1994 entre Canadá, Estados Unidos y México.
En resumen y salvo que alguien opine lo contrario, esta nueva Reforma Laboral, mató al corporativismo sindical, los vientos de cambio en los gremios sindicales y en las centrales obreras en México soplan fuerte en plena conmemoración del 1° de mayo de 2019, Día Internacional del Trabajo, sólo resta esperar que la clase obrera deje de ser borrego y aproveche al máximo la libertad sindical que tanto anhelaba.
El autor de esta columna ejerce el periodismo desde hace 35 años, es director del portal de internet www.ensaladadeportivabaja.net y es Licenciado en Derecho egresado de la Universidad de Tijuana CUT, Campus Altamira.