SAT da señal de terrorismo fiscal
La meta del gobierno federal en 2020 es recaudar 3.5 billones como ingresos tributarios.
El Director de la firma Caza Consultores, Pablo Castañeda Romero, denunció lo que considera como prácticas de acoso y terrorismo fiscal por parte de la administración federal, en contra de los contribuyentes cumplidos.
Y es que recordó que a finales del año pasado el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador aseguró que no habría nuevos impuestos, sin embargo en la Ley de Ingresos para 2020 se plantea como meta a recaudar por parte de la administración federal 3.5 billones de pesos por este concepto, cantidad que supera claramente la cifra impuesta en 2019 marcada en 3.3 billones de pesos.
Esta situación provocó incertidumbre ante el hecho de mostrar cifras ambiciosas relacionadas a la recaudación ya que no queda claro de donde se obtendrán estas contribuciones adicionales sin la necesidad de aumentar los impuestos.
Para el líder de Caza Consultores la respuesta es clara y se encuentra en el denominado “terrorismo fiscal”, es decir, acciones como el incremento a los actos de fiscalización y control de obligaciones para que los contribuyentes se “corrijan”, en otras palabras, la autoridad empieza a ejercer presión sobre los únicos contribuyentes identificados, aquellos que ya están en el padrón.
Aseguró que una prueba de la efectividad de este acoso hacendario se reflejó en los resultados obtenidos a mediados del 2019, momento en que la administración federal habían recaudado 105 mil millones de pesos solo por el aumento en el control de obligaciones por diversas vías como correos electrónicos, cartas invitación o mensajes de texto que terminaron provocando miedo en el contribuyente.
Mencionó que otro dato que sin duda refleja el criterio que utiliza la autoridad, es que consideran que en 2019 existieron más del doble de actos donde el contribuyente redujo pagos, dejando de lado el hecho de que son las disminuciones atípicas de los ingresos e impuestos del contribuyente, situación que resulta preocupante porque influyen diferentes factores como el giro, las ventas que no siempre son uniformes y están sujetas a la temporada, tipo de cambio y algunos otros.
A esto hay que sumar el hecho de que cada vez es más redituable para la autoridad ejercer actos de fiscalización, en 2018 por cada peso invertido lograba recuperar 55 pesos, para 2019 esa cifra subió a 80 pesos, con este último dato se puede tener la certeza de que la presión continuara, porque les está funcionando.
Por último Castañeda Romero enfatizó que México tenía un problema de recaudación y que la autoridad tenía una presión por recaudar más, era evidente que lo harían ejerciendo sus facultades de comprobación por que no se contempla un aumento de impuestos o nuevos impuestos, sin embargo quedaba la duda sobre quién y cómo se obtendría esa recaudación, siendo el blanco del gobierno federal el contribuyente cumplido y el terrorismo fiscal la vía para conseguirlo.