La autonomía del IFE abrió una brecha que muy pronto nos llevaría a la alternancia política en México y la creación del Instituto Nacional Electoral.
A lo largo de 33 años, el rumbo político del país ha seguido una línea basada en la credibilidad de sus mecanismos electorales, tanto en su profesionalismo como en su independencia.
Por eso el día de hoy la participación ciudadana ha cobrado tal relevancia, que poner en riesgo la legalidad histórica de los comicios electorales, ha llevado a la sociedad a salir a la calle a protestar bajo una sola voz: la democracia no se vende, el voto se defiende, el INE no se toca.
Pocas veces el pueblo mexicano se ha movilizado en favor de la democracia, como en los meses recientes. Lo que estamos viviendo es un esfuerzo generalizado para mantener el rumbo democrático. No es una lucha ideológica, es una lucha cívica y pacífica.
Aunque Lorenzo Cordova y Ciro Murayama, dos grandes defensores del modelo democráticos han concluido sus respectivas encomiendas en el INE, no tenemos la menor duda de que continuarán con su compromiso para la consolidación y fortalecimiento de nuestra democracia.
En COPARMEX, desde su fundación, se ha priorizado el respeto al voto, fomentado la cultura cívica e invitando siempre a los ciudadanos a informarse de los temas políticos, de las plataformas y propuestas de los partidos políticos y, desde luego, del perfil de los candidatos. Conocer para dialogar. Conocer para decidir.
Comienza una nueva etapa y por eso hacemos un llamado a dar un voto de confianza a las y los nuevos consejeros, esperando su compromiso y valentía para defender todo lo que como ciudadanos hemos conseguido en democracia.
El INE se ha convertido en el corazón de México, es el INE por el que seguiremos dispuestos a trabajar, luchar y defender a la verdadera voz del pueblo.
La polarización y la división son enemigos de la democracia. Y, en consecuencia, de la libertad.